El trauma es causado por aquellas experiencias que nuestra mente y sistema nervioso no están preparados para integrar. Podemos hablar de diferentes tipos de traumas: simples, complejos, relacionales, colectivos. Además, el trauma afecta tanto a las personas que se encuentran directamente expuestas como a aquellos que les rodean.
Actualmente sufrimos una situación de trauma colectivo, ya que todos estamos ante una circunstancia adversa común: el estado de pandemia mundial. Está siendo un periodo de muchos acontecimientos catastróficos que podemos estar viviendo de diferentes maneras: en nuestras propias carnes, en la de amigos o seres queridos, conociendo casos diversos o incluso trabajando directamente con ello.

Todos nos estamos viendo expuestos de una manera u otra a esta pandemia y al concepto de la muerte; algo para lo que no estamos preparados puesto que no somos una sociedad donde ésta esté culturalmente normalizada, y por lo tanto, no terminamos de estar concienciados con ella.
Nos encontramos ante problemas existenciales, emocionales y económicos que nos están produciendo mucho malestar, activando en nuestro cuerpo respuestas fisiológicas relacionadas con la elevación de los niveles de cortisol en sangre (“hormona del estrés”). Añadido a ello, la forma en la que nos tratamos las personas a nosotras mismas también impacta a nivel fisiológico. Por lo anterior consideramos importante hablaros del autodiálogo en momento de trauma: la autocrítica frente a la autocompasión.
Por un lado, hablarnos de manera brusca y crítica eleva los niveles de cortisol en el organismo. De alguna manera, al tratarnos de manera crítica estaríamos añadiendo dosis de malestar a una situación social que en sí misma ya eleva el cortisol en sangre. Esto resulta especialmente perjudicial ya que altos niveles de esta hormona sostenidos en el tiempo tienen consecuencias negativas para el organismo como son la debilitación del sistema inmune y la desregulación corporal global (del sistema digestivo, cardiovascular, metabólico, reproductivo,…).
En cambio, una manera amable de tratarnos a nosotros mismos tiene efectos positivos en los niveles de oxitocina (“hormona del amor y del vínculo”), asociada a su vez con zonas cerebrales responsables de emociones vinculadas con el bienestar.
Desde aquí te proponemos tratar de hablarte con más cariño en estos tiempos tan difíciles. Puede ser útil pensar en la manera en la que te trataría en una situación de dificultad alguien que verdaderamente te aprecie. No es fácil aprender a hablarnos de una manera más amable cuando hemos cultivado durante mucho tiempo una voz crítica que nos persigue. Si sientes que necesitas ayuda terapéutica en ese proceso, en el Centro Realfooding estamos para acompañarte.